Se han postulado para este “honor” Australopithecus garhi (Etiopía, 2,5 millones de años) y Australopithecus africanus de Suráfrica. Hace pocos meses se ha propuesto la presencia del género Homo en 2,7 millones de años (Ledi Geraru, Etiopía), pero las evidencias son muchos pocas para estar seguros de ello. Tras divergir -hace al menos seis millones de años- las líneas que condujeron, respectivamente, a las distintas especies humanas y a la de los actuales bonobos y chimpancés, el tiempo de África oriental, donde evolucionaron nuestros antepasados, se realizó cada vez más seco. Ese ambiente, limitante para los homínidos arborícolas, resultó idóneo para los que, aunque sostenían una cierta aptitud para subir a los árboles, asimismo se aventuraban de forma ocasional pero cada vez más recurrente a través del lugar al aire libre.
Antes que hubiese humanos sobre la faz de la tierra, existieron los australopitecos, monos con cerebro de chimpancé que andaban erguidos y apenas superaban el metro de estatura. Entre todos ellos destacaLucy, la australopiteca que vivió hace entre tres y 4 millones de años en Etiopía y que es el supuesto antepasado de todos y cada uno de los miembros del género humano, incluidos losHomo sapiens. La datación radiométrica de las capas de lava volcánica revelan que Ardi vivió hace 4.4 millones de años. El fósil declara que el antepasado del estirpe humano padeció un estadio de evolución pobremente conocido un millón de años antes de Lucy , la icónica hembra fósil antes citada. Se estima que el último antepasado común compartido por humanos y chimpancés vivió hace seis o mucho más millones de años. En 1974, el científico Donald Johanson y su aparato, desenterraron la prueba fósil más antigua famosa de ser humano, en la zona del medio Awash en Etiopía.
Esta mejora ayudará a comprender mejor el periodo entre tres y dos millones de años. Una buena datación en Sterkfontein, lo mismo que el hallazgo de la mandíbula de Ledi Geraru en Etiopía, representan solo pequeños pasos en la buena dirección. La capacitación de un sistema planetario cerca de una estrella a lo largo de una cantidad colosal de millones de años no es un desarrollo ordenado y eficaz. Australopithecus afarensis (del latín \\’mono austral de Afar\\’) es un homínido obsoleto de la subtribu Hominina que vivió entre 3,9 y 3 millones de años atrás.
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Un caso de muestra es el de Australopithecus prometheus, que se ha difundido por múltiples medios de comunicación a raíz de esta investigación. No obstante, poco a poco se llegó a un consenso sobre la identidad de las especies de las grutas sudafricanas. Los ejemplares mucho más gráciles y delicados fueron asignados a la clase Australopithecus africanus y los mucho más robustos a Paranthropus robustus. La enorme pega para admitir a “Little Foot” como personaje principal de los primeros compases de la evolución humana es su discutida antigüedad.
Al ir al lugar de donde proveían, muy lejos, a mucha profundidad vimos una gruta muy grande y oscura. Allí en una suerte de rincón, en un área pequeña y empinada, aparecieron los fósiles que casaban con esos que podemos encontrar en la caja. Vimos que había una caída de la estratigrafía y una capa de estalagmitas, pero apareció completo. El proceso de descubrimiento y excavación de STW 573, el homínido fósil “Pie Pequeño”, estuvo en curso desde 1994, en el momento en que se hallaron los primeros 4 huesos en una caja de fósiles de animales por Clarke. En julio de 1997, Clarke y sus ayudantes, Stephen Motsumi y Nkwane Molefe, encontraron el extremo del hueso de la espinilla del esqueleto en un depósito profundo de las grutas de Sterkfontein popular como integrante 2 en la Cueva Silberberg. Datos paleomagnéticos de estalactitas publicados en 1999 proponen una edad de cerca de 3,3 millones de años, pero no fue ampliamente aceptada.
La fiabilidad sobre el momento de la deposición de los homininos hallados en estas grutas siempre fué baja, pues se movía en un rango muy amplio de hasta dos millones de años. Este ha sido siempre un hándicap esencial para los yacimientos y para establecer un escenario creíble y congruente. R.- El planteamiento antiguo era la sucesión cronológica de especies, pero no había buenas cronologías y tampoco fósiles suficientes. Ahora hay más tecnología aplicada al estudio de muchos más restos, se tiene mucho más información y se puede pensar en la coexistencia de especies.
Esto abre la posibilidad de que el sedimento y el esqueleto presente en su interior podrían ser mucho mayores que los 2,2 millones de años de las estalactitas. Algunos estudiosos aun habían descartado el esqueleto por su joven edad como candidato a ser un ancestro humano. Estos descubrimientos ofrecieron al planeta de la ciencia pruebas mucho más fidedignas en relación que los principios de los seres humanos proceden de Etiopía y que en este momento desde ese momento se denominó a éste país como la” cuna de la raza humana “.
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En cuanto al cráneo la cara es plana, se semeja a la de un gorila, con la frente ancha y tiene los dientes muy enormes. Sterkfontein fué a nivel internacional famoso desde 1936 por sus descubrimientos homínidos y paleontológicos claves, y desde la década de 1950 por sus primeros descubrimientos arqueológicos. No obstante, hasta ahora, ninguna datación directa de los depósitos estuvo exenta de polémica y, en particular, ha habido mucha confusión en torno a la datación de STW 573, el esqueleto de \’Little Foot\’ (Pie Pequeño) de Australopithecus prometheus. Hay medianamente poca variación entre las ciudades geográficas humanas, y la mayoría de la variación que se genera es a nivel individual. Del 0,1% al 0,5% de la diferenciación genética humana, el 85% existe en cualquier población local elegida al azar. Los datos genéticos detallan que da igual cómo se definan los conjuntos de población, 2 personas del mismo conjunto de población son casi tan diferentes entre sí como dos personas de dos conjuntos de población distintas.
El descubrimiento de Lucy y un conjunto extraordinario de fósiles en Hadar (Etiopía) y Laetoli a lo largo de los años 1970s quitó importancia a los fósiles de Suráfrica. Australopithecus afarensis pasó a ser considerada como la especie origen de todos los demás homininos, incluyendo los sudafricanos. Con una cronología bien estimada mediante los isótopos del potasio y el argón entre 3,8 y 3,2 millones años, esta clase vivió una temporada dorada en el transcurso de un par de décadas. Pero en cierto instante, los especialistas decidieron que Australopithecus afarensis podía ser el origen de los parántropos, un estirpe desaparecido hace un millón de años. En otras palabras, había que seguir buscando el origen de las especies del género Homo y, por consiguiente, de nuestro linaje directo.
En los árboles hallarían refugio y alimentos, como huevos y frutos, y en el suelo irían en busca de tubérculos y pequeños animales. En las cavidades sudafricanas se han encontrado restos fósiles de varios homininos. Tras su descubrimiento en la primera mitad del siglo XX, los restos fósiles recibieron nombres concretos distintos.
Por norma general, los humanos tienen la posibilidad de subsistir de dos a ocho semanas sin alimentos, en dependencia de la grasa en el cuerpo guardada. Exactamente 36 millones de humanos mueren cada año por causas similares directa o de manera indirecta con la inanición. […] Es el total de nuestras respuestas, pensamientos y sentimientos físicos, emocionales y espirituales.
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La evolución humana se identifica por una secuencia de cambios morfológicos , de avance , fisiológicos y de comportamiento que tuvieron sitio desde la división entre el último antepasado común de los humanos y los chimpancés . La relación entre todos estos cambios es objeto de un enfrentamiento continuo. Desde entonces y hasta hace menos de cien mil años los humanos de nuestro linaje continuaron en África, en la sabana. Allí perdieron el pelaje corporal, se irguieron aún más y su encéfalo experimentó un increíble desarrollo. Hace unos sesenta mil años unas escasas bandas de esos seres humanos salieron del conjunto de naciones y en 40 o cincuenta mil años llegaron hasta los más remotos lugares del planeta, con la única salvedad de la Antártida.
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Se determinó que era una hembra de la que se hallaron a cerca de media parta de los huesos de su esqueleto. La gruta de Sterkfontein está situada en la provincia sudafricana de Guateg, cerca de Johannesburgo. Esta cueva y otras próximas, como Swartkrans y Kromdraii, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Su valor para el estudio de las primeras etapas de nuestra evolución es pasmante. Solo tenemos la posibilidad de poner un pequeño “pero” a estos yacimientos y es la dificultad para obtener dataciones fiables. En cuanto al resto, el registro de fósiles humanos y de otros mamíferos, tal como el registro arqueológico, tienen un valor incalculable.