La flatulencia consiste en la distensión del estómago o del intestino gracias a la acumulación de gases. En el primer caso se eliminan a través de eructos, y en el segundo se expulsan por vía anal. La acumulación de gases provoca la dilatación de las paredes gástricas, intestinales y abdominales, lo que hace hinchazón y afecciones que, en ocasiones, tienen la posibilidad de ser graves, causando cólicos o retortijones en el vientre. El médico pregunta a la persona afectada sobre sus síntomas y su historial médico, y efectúa una exploración física. Los datos logrados de los antecedentes clínicos y la exploración física asisten al médico a elegir si deben hacerse pruebas, y en su caso, cuáles.
• Masticar bien los alimentos, comer y tomar despacio los líquidos, y procurar eludir las bebidas gaseosas. • La gastritis, úlcera gástrica, la endometriosis, la patología de Crohn y el Síndrome del colon irritable, generan inflamación de la región y pueden producir flatulencia. • La intolerancia a la lactosa, hace que si toma leche le aparezcan afecciones digestivas, entre ellas los gases. • Algunos causantes relacionados con la calidad de vida, como el agobio, la ansiedad o el nerviosismo, benefician la aceleración, el ritmo intestinal y una mayor ingestión del aire. • Asimismo las cenas abundantes y tardías propician la aparición de gases, ya que durante la noche la actividad intestinal es mucho más lenta, lo que favorece la fermentación y putrefacción de los alimentos allí retenidos.
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Se siente en la mayoría del vientre y es difícil localizarlo en un punto concreto. La causa acostumbra relacionarse con alguna afección intestinal, como una indigestión, gases o un virus intestinal. Hay diferentes tipos de dolor abdominal en función de las estructuras implicadas. Si deseas ver un vídeo sobre el mal en el costado derecho puede hacer clic aquí.
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Pruebas Médicas Para El Mal Abdominal
Hasta hace poco, los médicos creían que no era favorable dirigir analgésicos a las personas con mal abdominal intenso hasta haber establecido el diagnóstico, pues los calmantes tienen la posibilidad de enmascarar síntomas esenciales. Sin embargo, en la actualidad a veces se administran analgésicos, en la mayoría de los casos en dosis bajas, mientras que se realizan las pruebas. Este es uno de los males mucho más vinculados al dolor en el costado derecho, que consiste en la inflamación del apéndice, una bolsa que conecta el colon y el lado inferior derecho del abdomen.
En especial si perjudica a la cara inferior del corazón, puede presentarse como un mal no en el centro del pecho sino más bien en la boca del estómago. Hay que dudar si existen antecedentes de patología cardiaca o causantes de riesgo cardiovascular y si se acompaña el mal de síntomas de mareo, sudoración o palidez. La primordial causa son las litiasis biliares y la afectación por consumo elevado de alcohol. Se identifica por un mal epigástrico que se irradia tanto hacia la parte alta izquierda del abdomen y hacia la espalda y optimización al sentarse inclinado hacia enfrente. En el caso de sospecharla es importante acudir a un servicio de emergencias hospitalarias, pues se necesita ingreso.
Rigidez es la contracción de los músculos abdominales aunque el médico no los esté palpando. Choque es el estremecimiento de dolor que se produce cuando el médico retira la mano de manera rápida. Sentir mal en una región determinada del organismo no significa siempre y cuando el inconveniente que lo causa esté localizado en dicha región, ya que el dolor puede ser referido desde otro sitio. Por servirnos de un ejemplo, el dolor gracias a un infarto de miocardio se siente tal y como si viniese del brazo, porque la información sensitiva procedente del corazón y la procedente del brazo confluyen por exactamente las mismas vías inquietas de la médula espinal.
Se trata de una urgencia médica que requiere acudir a un hospital de inmediato. El dolor abdominal se puede prevenir siguiendo una alimentación balanceada, comiendo despacio y en proporciones moderadas. El estrés también puede perjudicar a todo el cuerpo, lo que puede ocasionar cólicos e incluso nauseas. Otros signos propios del apendicitis son la incapacidad para caminar erguido, pues el daño puede cambiar según la inclinación del vientre; pérdida de apetito, hinchazón abdominal o fiebre leve que puede empeorar conforme avanza la patología.
En la mayor parte de casos se empiezan a sentir molestias cerca del ombligo, lo que puede confundirse con un dolor estomacal común, pero poco a poco este se regresa más continuo y progresivo. Para revisar si hablamos de esta patología, hay que apretar con fuerza el punto en el que se siente dolor con los dedos y apartarlos tras unos segundos. Aquellas personas que tengan apendicitis toserán o emitirán un leve grito de mal. El mal de una gastritis por causa de lo que generalmente la multitud llama acidez, se caracteriza por ser urente, como una quemazón, frecuenta mostrarse tras la ingesta y se alivia al comer o con la toma de antiácidos. Asimismo, puede haber sensación de plenitud, una alguna distensión en la región estomacal, sentirse saciado de menar temprana, eructos, náuseas y vómitos.
Un bloqueo que genera dolor y también hinchazón en el abdomen, defecación dolorosa y, a veces, vómitos. Por suerte, para calmar este problema basta con acrecentar el consumo de líquidos -especialmente agua- y dar mucho más importancia en la dieta a los alimentos ricos en fibra, en tanto que este nutriente está íntimamente relacionado al tránsito intestinal. Lógicamente, si el dolor en el costado derecho es realmente fuerte indudablemente tienes que ir de inmediato al médico, tanto si es mal abdominal derecho como si son molestias en las costillas o mal debajo de las costillas en el lado derecho. Aunque, si el mal es mucho más débil, puedes omitir 48 horas para poder ver la evolución y si tras estos dos días el dolor persiste deberás visitar a un experto. Un mal abdominal profundo de aparición súbita , sin embargo, casi siempre señala un inconveniente esencial.